Kiko Veneno

Kiko Veneno foto

José María López Sanfeliu es un mito de la música española.  En sus casi 40 años de carrera ha pasado varias veces por todo lo que un músico puede pasar. Algunos capítulos de su vida conforman un variopinto collage, aunque la historia seguro que le reserva un sitio con vistas por varios momentos de su carrera. Y no solo en solitario. Es especialmente respetado por plasmar uno de los discos más importantes en la historia de la música española, como es Veneno, con los hermanos Rafael y Raimundo Amador, o por participar en La Leyenda Del Tiempo de Camarón, uno de las obras más importantes de la historia del flamenco.  Caprichos del destino,  el reconocimiento de estos álbumes le llegaría años más tarde, después incluso de haberse buscado la vida con su familia montando un chiringuito en la playa de Conil

Pero Kiko Veneno es un tipo de lo más sencillo y afable que se pueda uno imaginar. Una persona admirable a la que hay que escuchar con atención. Ha venido a Austin a participar en el South By Southwest por primera vez,  y a mostrarle a los tejanos como se las gasta un maestro de la música española de las últimas décadas. Además, viene con un nuevo disco bajo el brazo llamado «Sensación Térmica».

Hablar con él precisamente en este cónclave musical, ajeno al modus operandi que hubiera supuesto en España,  supone para nosotros un tremendo honor. Kiko participa hoy en el programa Sounds From Spain junto a otros artistas españoles como Soledad Vélez, Arizona Baby, Lori Meyers, Betunizer o Fuel Fandango

A punto de subir al escenario, con la paella y la sangría exigiendo su protagonismo entre un público expectante, hablamos con Kiko Veneno entre bastidores.

¿Qué tal Kiko? ¿Qué sensación tienes al llegar a Texas?

Bueno, esto es una fiesta de la música, esto es lo más importante. Tengo la sensación de que esto es un festival importante y quiero ver lo que podemos hacer nosotros, que nos vea gente y que nos sigan para que podamos difundir nuestra música aquí. Pero yo me conformo con las cositas que voy a ver y grupos, que es una fiesta de la música y eso es siempre interesante.

Si es que la música se puede explicar, ¿cómo le explica Kiko Veneno a un tejano la música que hace?

La música se puede explicar claro que sí, pero no es mi trabajo desde luego. Bueno, también. Pasamos mucho tiempo explicando lo que hacemos. Pero la música es una emoción, es tocar y que a la gente le guste, no tiene más secretos.

Con tu larga trayectoria en la música, ¿En qué momento de tu carrera crees que te encuentras?

No lo sé porque el futuro es incierto, como decía Tonino Carotone, Mondo Difficile, y no sabemos exactamente en qué punto estamos. Seguimos intentando hacer canciones, trabajar en la música, hacer música, defender nuestro mensaje, nuestra melodía, nuestro rollo, y mientras que funcione, pues para adelante.

«La inspiración la encuentras. No la puedes buscar. Es un estado»

¿Se acostumbra uno a que le añadan el prefijo “Maestro” a su nombre?

Si bueno hombre, por la edad, ¿no? La verdad es que no me gusta mucho. Por la edad sí, que me reconozcan la edad sí, me parece un motivo de cariño, pero después la palabra maestro… bueno, yo no quiero ser maestro, soy lo que soy, y si soy un maestro para algunos me parece muy bien ¿eh? No estoy en contra, pero bueno, me da un poco de vergüenza la verdad, pero no está mal, no está mal.

«Sensación Térmica» tiene algunos giros y bases hip/hop. ¿Cómo te planteaste este disco?

Bueno ahí surgieron una serie de composiciones nuevas, de un estilo un poco diferente, intenté abrir el espacio un poco, el esquema del tipo de canciones que yo solía hacer, y después trabajar ese sonido. Imagino que te refieres a “Babú”. Me gusta mucho. A mi me gusta mucho todo tipo de música. Esa canción me gusta mucho porque es una canción sin melodía, sin acordes, que solamente tiene bajo prácticamente y la voz que lo lleva, y me gusta probar nuevas texturas de sonido, nuevos desarrollos de canciones…

«Estamos enamorados de la música de siempre, de lo clásico, pero abrir puertas nuevas siempre es interesante

“Que no se apague nunca la luz del pasillo del palacio donde vive tu alma”.

“Namasté” es una canción espiritual, me lo contó un chaval que vino de la India, que Namasté es un saludo muy habitual allí entre ellos. Voy precisamente ahora a la India, el 31 de Marzo.  Voy 20 días, viajando por allí con unos amigos de unos amigos, y vamos a ver a la gente del campo, la gente de un sitio agrícola donde quieren plantar cosas cosas ecológicas y tengo mucho interés, me gusta mucho la espiritualidad de ese país. Entonces me explicó lo que significaba Namasté, y la traduje un poco a mi forma, “que no se apague nunca la luz…”.

¿Crees en la música como un método o un instrumento de enseñanza en la vida?

Sí, sí, sí, la música sobre todo tiene elementos curativos, es lo que más le veo yo a la música. La musicoterapia. Pero luego tiene elementos educativos. ¿Por qué no? ¡Claro que sí! Porque es un fenómeno muy universal, conecta muy fácilmente a gente de diversos países, de diversas generaciones, diversos estatus, y todo esto yo creo que es muy educativo. Y después si hay calidad en los textos, hay literatura, poesía,  y eso es interesante. Pero la cualidad más innata de la música es ser curativa.

Si tuvieras que sacar tu primer disco ahora mismo, tal como está la música. ¿Cómo crees que te apañarías?

Si fuera joven y tuviera que sacar un disco, imagino que estaría haciendo algo en una línea rompedora, buscando un espacio propio, que es lo que hicimos con Veneno.

Descubriste el flamenco en California, conoces a Dylan, trabajas con Camarón, Raimundo, tenías un chiringuito en la playa. ¿Te paras a pensar alguna vez en todo? ¿Para cuando un libro tus memorias?

Me lo han propuesto, me lo han propuesto la verdad. Y si tengo tiempo me gustaría hacerlo, sí, pero no tengo tanto tiempo.

El otro día vi anunciado una banda tributo a Extremoduro. ¿Te sentaría bien si alguien montara una banda Tributo a Kiko Veneno?

Sí, claro ¿por qué no? De hecho hay muchísimas bandas que hacen canciones mías.

¿Cómo encuentras la inspiración después de todos estos años? ¿Tienes algún método?

No, la inspiración es como tu dices, la encuentras. No la puedes buscar. Tienes que estar siempre receptivo, sensible a cosas nuevas que puedan ir surgiendo, y formas nuevas de enfocar las canciones, que en realidad son los ritmos de siempre, las melodías de siempre, pero con sonidos diferentes, con actitudes diferentes y con puntos de vista diferente. Es un estado, un modo, como el modo avión, pues uno está en el modo componer siempre. Yo estoy siempre con el modo componer activado.

«No soy un hombre de una felicidad constante, pero si de una felicidad discontinua pero frecuente.»

Tienes una huerta y un burro llamado Bartolo.

Sí, es cierto. Pero lo puedo frecuentar poco. Lo cierto es que no tengo mucho tiempo de disfrutar de todo eso.

¿Qué te da y que te quita la música?

Me da todo, y me quita tiempo. Me quita tiempo para otras cosas. Para la familia sobre todo. Para la familia de uno, la profesión de la música es dura, porque te quita muchas veces de ello, de su presencia, de la cercanía… Es difícil llevar adelante la familia con la música. Pero como no he tenido tanto éxito, lo he podido llevar bien.

Relativo.

Quiero decir, que no he tenido giras de estas, super largas, por todo el mundo. Eso sí ya no es que sea difícil, es que es imposible mantener una familia.

¿Objetivos a corto y largo plazo?

Ahora lo que estoy es intentando hacer canciones nuevas dentro de una ondita que se me está ocurriendo ahora, canciones populares, canciones sencillas, un poco reivindicativas de lo que está pasando, y poner toda la sabiduría que ya te va dando la edad, e intentar ser fiel a lo que tu eres y a lo que puedes hacer.

¿Eres feliz?

Bueno hombre, la felicidad es una raya que hay que atravesar, como canto en la canción que hay. No soy un hombre de una felicidad constante, pero si de una felicidad discontinua pero frecuente.

David Bernardo

 

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